¿Tu lámpara de uñas funciona bien?
Seguramente es una pregunta que te haces cuando un producto no se seca bien, pero también pensamos que tal vez la clienta no puso bien la mano o que el producto está defectuoso, pero la mayoría de las veces el problema es la lámpara de uñas.
Primero debemos saber que para trabajar, dependiendo la demanda, podemos hacerlo con lámparas de 48W hacia arriba ( 56W, 86W, 120W etc). Nunca uses lámparas de menos de 48W.
Las lámparas tienen una vida útil de 50 mil horas de uso, pero claro, ¿quién puede sacar esa cuenta? Además, va a variar según el producto, según la cantidad de manicuras que hagas al día, si haces decoración o si se trata de manicuras simples.
Por ejemplo, si hacemos una manicura simple, donde colocamos base, color y top, y el procedimiento es de 4 dedos y luego el pulgar, la lámpara tendría un uso de 360 segundos, es decir, 6 minutos. Si hacemos 8 manicuras al día, son 48 minutos.
Claramente esto varía, ya que si hacemos decoración o manicura francesa, el tiempo sería mayor.
Siguiendo este cálculo de una manicura básica, al mes la lámpara tendría un uso de 19 horas aproximadamente. De todos modos, todo depende de cada usuaria, ya que las expertas seguro que la usan muchas más horas al mes.
Siempre recomendamos varias cosas a tener en cuenta con las lámparas:
- Cambiar la lámpara cada 6 meses. Aunque la vida recomendada sea mayor, es preferible renovar nuestras herramientas para estar seguras de su fiabilidad y precisión.
- No limpiar la lámpara con remover ni quitaesmalte, hacerlo con desinfectante o cleaner.
- Tener más de una lámpara en el salón, nunca sabemos cuando por accidente se puede romper y dejar nuestro trabajo a medias.
Dados estos consejos, pasemos al que más nos interesa… ¿Cómo saber si nuestra lámpara funciona de forma correcta?
- Primero que nada, prepara un palito de naranjo con alguna base tipo rubber, rubber con fibras, o gel de construcción autonivelante.
- Conecta tu lámpara, quítale la base extraíble y presiona el botón de secado en 60 segundos.
- Acerca el palito de naranjo con la intención de dejar que el producto caiga sobre la lámpara; la gota comenzará a caer pero a mitad de camino, antes de tocar la lámpara, el gel se secará. En ese caso, tu lámpara está funcionando correctamente.
Si el gel se seca demasiado cerca de la lámpara, o inclusive llega a tocar la lámpara, eso significa que tu lámpara no está secando de forma correcta, por lo que no funciona bien y es hora de cambiarla.